CULTIVO RESPONSABLE

 

Brasil es uno de los mayores consumidores de agrotóxis del mundo, lo que resulta en innumerables problemas, tanto para la salud de los consumidores y los trabajadores rurales como para el medio ambiente.

La utilización indiscriminada de agrotóxicos ha resultado en intoxicaciones (diferentes grados), de agricultores y consumidores, convirtiéndose en un problema de salud pública. Para agravar la situación, nuestro país, permite el uso de agrotóxicos prohibidos en Estados Unidos, la Unión Europea y Canadá.

Por lo tanto, tenemos un problema gravísimo en nuestras manos. La presencia de los agrotóxicos en los sistemas de monocultivo en grandes extensiones (soja, caña de azúcar, maíz, café, cítricos, arroz y algodón) y en las culturas menos expresivas por área plantada (tabaco, fresa, uva y fresa) emplean grandes cantidades de agrotóxicos, muchas veces de forma excesiva y sin buscar alternativas para preservar la salud de los trabajadores y de la tierra.

Se estima que ocurren cerca de 3 millones de intoxicaciones graves por agrotóxicos, con 220 mil muertes al año en el mundo. Siendo que el 70% de estas ocurrencias, ocurre en los llamados países del tercer mundo.

Todavía tenemos otro punto muy importante. El uso consciente de la tierra. Además de los peligros de la utilización de agrotóxico (insecticidas, fungicidas, herbicidas, etc) tenemos los fertilizantes químicos que contaminan el suelo, el agua (ríos, lagos y sábanas freáticas) y aún pueden hacer las plantas más sensibles las plagas y enfermedades.

Brasil es el mayor exportador de tabaco en hojas, concentrado la mayor parte de la producción en la región sur del país. Su cultivo, en su gran mayoría, es hecho por familias en pequeñas propiedades. (Agricultura familiar)

La mayor parte de los agrotóxicos utilizados en la cultura del tabaco, están clasificados en las clases toxicológicas I y II (principalmente los insecticidas), o sea, son considerados extremadamente y altamente tóxicos respectivamente. Ellos traen serios riesgos para la salud de todos.

Estudios recientes, apuntan que la contaminación del suelo (fertilizante químico) y el uso excesivo de agrotóxicos, son fuentes causantes de diferentes tipos de cáncer.

Podemos decir que el uso indiscriminado de agrotóxicos y fertilizantes químicos matan. Nadie está protegido. El consumidor, productor y medio ambiente son perjudicados.

La plantación del tabaco sin uso agrotóxico y con abonos orgánicos no es un "lujo", en realidad, es una necesidad para todos y principalmente para la Tierra que nos proporciona tantos recursos.

Agrotóxico mata la tierra, el productor y el consumidor. La elección consciente es un punto de partida para cambiar nuestra realidad. Respetar el medio ambiente es un deber nuestro

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